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ALIMENTOS Y PRODUCTOS NATURALES, SIN CONSERVANTES NI AGREGADOS QUÍMICOS



Alimentos y productos ofrecidos


v Cereales, legumbres, frutas secas, semillas, frutas pasas v Hierbas medicinales v Reemplazos saludables para la sal y el azúcar v Alimentos para diabetes, hipertensión, celíacos, anemia, problemas de circulación, estreñimiento, acidez estomacal, várices, cáncer, obesidad, reuma, artrosis, asma, colesterol, corazón, migrañas, retención de líquidos, sistema nervioso, visión, vías respiratorias, dolores menstruales, piel, etc. v Yerba mate natural y antiácida – Infusiones – Tónico Herbario v Productos macrobióticos - Algas - Tofu (queso de soja) v Aceite de oliva extra-virgen, obtenido por presión en frío y por decantación natural v Aceites de lino, sésamo, chía, soja y girasol v Productos apícolas (miel de monte, polen, propóleo) v Fideos integrales – Condimentos- Dulces orgánicos

v Arándanos - Cosmética Natural - Y muchos productos mas…
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Introducción - Hacia una Alimentación Conciente

Alimentación consciente para el cuerpo y el espíritu

Alimenación Consciente

En la actualidad, la alimentación poco a poco está recuperando la importancia que hace muchos años atrás poseía, y que por distintas cuestiones relacionadas a la forma de vida que fueron adoptando las sociedades, fue perdiendo, para pasar a ser en la mayoría de las personas, un aspecto sin demasiada importancia en sus vidas, que puede satisfacerse de manera rápida y sin demasiadas complicaciones “gracias” a las opciones modernas hoy ofrecidas e impuestas publicitariamente, sin que tengamos conciencia de la importancia que ella posee en nuestra salud y en nuestra calidad de vida diaria. Esto se ve empeorado en situaciones donde la alimentación ha pasado a ser una carga a resolver de la forma más rápida y económica posible, o una forma de descargarse emocionalmente.

La sociedad actual ha ido estableciendo pautas que degradan poco a poco nuestra calidad de vida: estrés, aceleramiento cotidiano, presiones constantes, falta de tiempo para nosotros mismos (familia, amistades, ocio, desarrollo personal y espiritual, proyectos personales). Esto se puede ver claramente reflejado en la vida de nuestros niños (agendas repletas de actividades, trastornos psicológicos a temprana edad, sufrimiento de enfermedades de gente adulta, dificultades de aprendizaje, etc.) y ancianos (etapa de la vida que actualmente se disfruta mucho menos que en generaciones pasadas y que es acompañada por numerosos problemas de salud).

Esta sección dará una visión cuestionadora del actual paradigma de la salud, que no considera a la persona como una unidad y que atiende a la misma de acuerdo adonde se hagan visibles sus problemas de salud en forma aislada y generalmente, solo reprimiendo los síntomas. Esto lejos está de un enfoque integral en búsqueda de soluciones para los problemas crónicos y degenerativos actuales que sufre la sociedad, cuya causa real y profunda, como iremos viendo, es el ensuciamiento corporal.

Tener una calidad de vida saludable no es solamente la ausencia de enfermedades, sino que se orienta a lograr un estado psico-físico óptimo que nos permita contar con suficiente energía (física y mental), estar libres de desordenes en nuestra salud (mal llamados enfermedades) y retardar el proceso de envejecimiento. A través de una alimentación saludable (conocer los alimentos adecuados y la forma de utilizarlos), podemos obtener un fármaco potente y confiable, ya que será algo que ingerimos regularmente, todos los días de nuestra existencia.

Todos somos capaces y podemos lograr esta plenitud, donde encontraremos salud, energía, armonía, bienestar y vitalidad.
Para ello, consideraremos un punto de vista integrador de mente, cuerpo y espíritu. El camino hacía una armonía y equilibrio físico e interior, es un trabajo constante, donde nuestros cuerpos energéticos, empezando por el de vibración más lenta y sólida (cuerpo físico) y continuando con los cuerpos emocional y mental (de vibraciones más rápidas), deberán cooperar recíprocamente, ya que todo lo que afecte a uno estará directamente relacionado con el otro.

Cereales

Si bien una alimentación saludable es muy importante, existe otro factor a tener en cuenta, con el cual se complementan y apoyan mutuamente, que es nuestro desarrollo interior y espiritual, la ampliación de nuestra conciencia, nuestro autoconocimiento y el manejo emocional de las situaciones que vivimos diariamente. Podemos tener una alimentación casi perfecta, pero si nuestro organismo está sometido a un excesivo estrés, presiones, si estamos desestabilizados emocionalmente y nuestra mente está todo el día abrumándonos, seguramente no podremos disfrutar de todos los beneficios que los alimentos que ingerimos nos brindan. Así mismo, si nos encontramos transitando un camino espiritual, intentando expandir nuestra conciencia y buscando paz interior, pero tenemos una alimentación pobre, donde estén presentes alimentos de nulas o bajas vibraciones (refinados, con componentes tóxicos, animales, etc.), que no nos aportan casi nada nutricionalmente y hasta actúan como “ladrones” de aquellos alimentos que si lo hacen, estaremos desaprovechando la posibilidad de profundizar aún más en nuestro desarrollo espiritual como seres de luz que somos. Si bien el tema se tratará luego, está comprobado cómo una alimentación saludable incide en nuestro sistema nervioso y energético: somos más receptivos y sutiles a la energía, nos refinamos y mejoramos como canales de luz, no incorporamos energías densas como puede ser la de un animal que sufrió durante su crecimiento y posterior muerte, obtenemos las vibraciones de la tierra, del sol, del agua y del aire a través de semillas, verduras, frutas y otros alimentos.

Todos somos distintos, por lo que no existe una alimentación puntual a cumplirse de forma estricta (sea veganismo, naturismo, macrobiótica, crudivegana, etc.) que sirva indistintamente para todas las personas. Cualquier postulado o enfoque teórico tomado con fanatismo (sea una alimentación determinada o una rama de la espiritualidad), por lo general no es recomendable. Si bien puede darnos resultados favorables, no nos permitirá ver las distintas opciones que existen, y seguramente cada una de ellas tendrá aspectos a considerar e incorporar y aspectos a dejar de lado.
Si bien desarrollaremos un enfoque definido (alimentos saludables, su preparación, depuración del organismo, alimentos tóxicos o desancosejados, alimentación y espiritualidad, etc.) orientado a lograr nuestra plenitud, cada uno de nosotros debemos equilibrar nuestras necesidades únicas, que variarán según nuestra la edad, constitución física, rasgos emocionales y carácter de la persona, forma de vida y propósitos vitales. Debemos buscar y encontrar nuestra propia forma de encontrar la armonía interior. Lo mejor será ir ampliando nuestra conciencia, mejorar nuestra intuición, desarrollar nuestra sensibilidad y ver cómo responden nuestros cuerpos y así poder ir adoptando de forma gradual y con inteligencia hábitos saludables para nuestra alimentación e ir abandonando aquellos que percibimos que no lo son, que implican el desequilibrio, la carencia o el exceso (no tan solo referidos a nuestra alimentación, sino también a nuestra parte emocional).

Debemos recuperar nuestra energía, poder manejar el estrés, no resignarnos a la mediocridad. No pensemos que la plenitud es solo para unos pocos elegidos, confiemos en nuestra capacidad de sanarnos, aprendamos a leer y limpiar nuestro organismo, no esperemos soluciones o pastillas mágicas, no deleguemos nuestra calidad de vida a las manos de terceros, derribemos el mito de que todo se debe a genes, virus o estrés, vivamos todas las etapas de nuestra vida con dignidad, y por último, no esperemos un diagnóstico grave para empezar a cambiar nuestros hábitos.

Camino de aprendizaje

Esta es una buena manera de asumir nuestra responsabilidad, de evolucionar, de autogestionar nuestra salud, y así podremos elegir lo que deseamos crear en nuestras vidas, elegir los frutos que deseamos recoger en relación a las semillas plantadas.
Este es un trabajo que requiere claridad, propósito, flexibilidad, conciencia y coraje.
Te invito a recorrer y descubrir juntos este camino…

Autor: Lucas Schab - Kuyen Alimentos Naturales
(Lucas también es miembro del Equipo de www.CaminosalSer.com)

1° -- Alga Espirulina, máxima en todo



Como vegetales -acuáticos, pero vegetales al fin- las algas tienen la capacidad intrínseca de sintetizar AGE (ácidos grasos esenciales). Este hecho convierte a las algas en fuente proveedora de poliinsaturados para el reino animal (peces y humanos). Debido a que se consumen en bajas dosis (son más bien un acompañamiento de cereales, legumbres y hortalizas) y luego de procesos de cocción, no podemos considerar a las algas como fuentes principales de lípidos. Sin embargo un minúsculo ejemplar de agua dulce merece un especial comentario en este ámbito, dado la cantidad y calidad de nutrientes útiles que ofrece.

La espirulina (Spirulina maxima) es una primitiva alga unicelular cuya historia se remonta a unos 3.500 millones de años; es una de las plantas más antiguas del mundo y sin dudas la más pequeña. De hecho, es el descendiente inmortal de la primera forma de vida fotosintética del planeta. Esta microscópica alga azul verdosa (0,5 mm de longitud) crece espontáneamente en lagos alcalinos (como el Texcoco de Méjico o el Lago Chad del homónimo país africano), cuyas condiciones impiden el desarrollo de otros organismos vivos. Esto convierte a la espirulina en un producto confiable, pues en aguas alcalinas hay muy pocas bacterias. Siendo un alimento que no recibe más tratamiento que el secado, su posible contaminación bacteriana resulta insignificante. Además la espirulina posee una enzima de restricción (SPL1) que inhibe el crecimiento de microbios, hongos y levaduras, y que la protege de virus y bacterias.

La espirulina era parte esencial de la dieta de mayas e indígenas africanos, que practicaban su recolección y secado. En el futuro puede convertirse en un alimento estrella, ya que puede producirse rápidamente (duplica su biomasa en 4/5 días) en estanques poco profundos, brindando un rendimiento proteico por unidad de superficie 20 veces superior a la soja, 40 veces superior al maíz y 400 veces superior al ganado vacuno. Actualmente existen gran cantidad de emprendimientos en el mundo que se dedican a su cultivo.

La investigación científica ha verificado la gran riqueza constitutiva de la espirulina; ya se llevan aislados más de 60 componentes y se presume que la tarea está incompleta. Es una de las fuentes naturales más proteicas; casi el 70% de su peso está constituido por aminoácidos. Su proteína es completa y de alto valor biológico: posee 21 de los 23 aminoácidos (todos los esenciales) en proporción casi ideal, destacándose el triptofano (antidepresivo por excelencia) y la fenilalanina (otorga sensación de saciedad) como los de mayor concentración. Cuatro cucharadas (36 gramos) satisfacen todas las necesidades diarias de aminoácidos esenciales en un adulto medio.

A nivel de lípidos, si bien la espirulina no posee abundancia (llega a un 7%), tiene gran calidad de AGE, los cuales se reparten entre omega 3 y 6, destacándose la presencia de un importante ácido graso activado: el GLA (gamma-linolénico), clave en la síntesis de los eicosanoides benéficos.

La espirulina contiene entre un 15 y un 25% de azúcares, lo cual proporciona energía rápida sin sobrecargar el páncreas ni desencadenar hipoglucemia. Entre estos glúcidos se destaca la presencia de un raro azúcar natural (ramnosa) que favorece el metabolismo de la glucosa y posee un efecto favorable en la diabetes. Diez gramos de esta alga aportan solo 36 calorías, razón por la cual es muy recomendada en dietas de adelgazamiento.
En materia vitamínica, la espirulina posee una gran riqueza. Además de vitaminas A (diez veces más concentración que la zanahoria y en la forma segura de betacarotenos), B1, B2, B5, B6, ácido fólico, E y H, se destaca por ser la fuente natural más rica en B12 (pocos gramos cubren las necesidades diarias de dicha vitamina, siendo totalmente asimilable al no haber proceso de cocción). Resulta entonces un complemento ideal en dietas vegetarianas estrictas.

En cuanto a minerales, la espirulina es especialmente rica en hierro altamente asimilable (cinco veces más que el hígado); diez gramos satisfacen las necesidades diarias de un adulto. Pero también contiene calcio, fósforo, magnesio, potasio, manganeso, selenio, cromo, cobre, cinc y germanio, con escasa presencia de sodio. También está bien dotada de clorofila, carotenos, ácidos nucleicos, enzimas y fibra soluble (mucílagos).

Acaso la principal propiedad de las algas espirulina no sean sus valiosos componentes físicos, sino su acción vitalizante sobre nuestro metabolismo energético. Recientes investigaciones muestran que el factor primordial en la calidad de un alimento, es su energía solar (fotones). A través del alimento, absorbemos biofotones (partículas luminosas), que transmiten a las células importante información biológica para modular procesos vitales del cuerpo. Los biofotones poseen una gran fuerza de organización y regulación que proporciona al organismo mayor movimiento y orden, lo cual se traduce en una marcada sensación de vitalidad y bienestar. Cuanta más energía lumínica pueda almacenar un alimento, mayor su valor. Por ejemplo, un fruto madurado al sol es mucho más saludable que aquel madurado en cámara. Por consiguiente, la capacidad de almacenamiento de biofotones es una medida objetiva de la calidad de nuestros alimentos. Las algas espirulina, mediante un complejo único de pigmentos, puede almacenar todo el espectro solar: verde (clorofila), azul (ficocianina), amarillo, naranja y rojo (carotenoides). La medición de los biofotones confirma que la espirulina recién cosechada es un excelente colector de energía solar.

La estructura celular (membranas plasmáticas) de la espirulina, carente de celulosa, facilita la rápida asimilación de sus nutrientes (sobre todo las proteínas), aún en personas con dificultades digestivas y de absorción. Es recomendada en depresión, osteoporosis, arteriosclerosis, problemas circulatorios y dermatológicos, diabetes, estreñimiento, hepatitis, colesterol, obesidad, tumores, quimioterapia, desorden de flora intestinal, anemias, embarazos, convalecencias, desnutrición, reuma, geriatría, dificultades visuales, agotamiento, intoxicación, infecciones y dietas vegetarianas estrictas.

Dada la fragilidad de los vitales componentes de la espirulina, es recomendable espolvorearla sobre las comidas (sopas, ensaladas, cereales), evitando su exposición al calor. Un especiero es el dosificador más práctico para la presentación en fino polvo, que resulta la más indicada y natural. Su ingesta a través de comprimidos o cápsulas, agrega procesos y elementos innecesarios; solo encarecen y en ciertos casos hasta pueden degradar sus virtudes. En curas de adelgazamiento conviene consumirla media hora antes de las comidas. No tiene contraindicaciones de ningún tipo en dosis de algunos gramos diarios.

Extraído del libro “Las Grasas” - Nestor Palmetti – www.nutriciondepurativa.com.ar

2° -- Diatomeas, fertilizante e insecticida natural


Las diatomeas son antiquísimas y microscópicas algas. Vivieron hace 30 millones de años en el fondo de lagos de agua dulce y al emerger la Cordillera de Los Andes, quedaron al descubierto. Lo que llega hasta nosotros son las pequeñísimas estructuras silíceas fosilizadas, de las cuales hay hasta medio millón por milímetro cúbico.

La tierra de diatomeas es en sí misma un insecticida natural, no tóxico. Estas minúsculas partículas -huecas y con carga eléctrica negativa- perforan los cuerpos queratizados de los insectos de sangre fría, los cuales mueren por deshidratación. La acción de las diatomeas es física-mecánica y no por contacto o ingestión, que es como actúan los insecticidas químicos que contaminan el suelo, las plantas, los animales y los seres humanos. Además estos químicos alteran el metabolismo de insectos y bacterias, produciendo intoxicación y luego reacción de inmunidad, lo que explica la generación de resistencia a los insecticidas sintéticos.

Un buen ejemplo de esto es la pediculosis. Hoy nos enfrentamos al "superpiojo", producto de la inmunidad adquirida al lindano y a otros tóxicos, que no consiguen eliminar piojos ni liendres, pero si contaminan a los niños. La OMS advierte que en el mundo ya hay 432 variedades de insectos inmunes a todos los venenos conocidos, lo cual demuestra la falla del sistema -acción por contacto o ingestión- que crea inmunidad a la toxicidad.

La tierra de diatomeas puede combatir hormigas, cucarachas, piojos, vinchucas, polillas, pulgas, arañas, garrapatas, pulgones, cochinillas, mosca de la fruta, etc. Para aumentar su eficiencia insecticida, la tierra de diatomeas incorpora una ínfima dosis (0,025%) de piretrinas, irritativo del sistema nervioso de los animales de sangre fría, que ayuda a la adhesión de estas microscópicas algas al cuerpo de los insectos. O sea que puede utilizarse sola o aditivada con piretrinas, mezcla conocida como insecticida.

SU EMPLEO EN PLANTAS

En los vegetales, la tierra de diatomeas cumple un doble propósito: curar y nutrir. Además de su efecto insecticida, las diatomeas aportan una gran riqueza en minerales y microminerales u oligoelementos. Estas sustancias son vitales para el metabolismo de los tejidos, pero generalmente están ausentes en suelos empobrecidos o agotados.

Estos 38 minerales (sílice, plata, aluminio, arsénico, bario, manganeso, cobalto, cromo, cobre, hierro, berilio, calcio, cadmio, molibdeno, sodio, niobio, níquel, bismuto, fósforo, plomo, antimonio, ytrio, zinc, estroncio, mercurio, potasio, lantano, magnesio, telurio, torio, titanio, talio, uranio, vanadio, wolfram, escandio, estaño y circonio) penetran en el plasma de la planta, circulando por su savia.

Además de eliminar los parásitos y virus internos o externos, las diatomeas consiguen suplir carencias en las desmineralizadas tierras de cultivos. La agricultura moderna sólo se ocupa de aportar macro elementos inorgánicos, que en ausencia de los microelementos, no pueden ser asimilados por las plantas. Para lograr este doble resultado, se deben utilizar las diatomeas diluidas en agua al l %, es decir 1 parte de diatomeas y 99 de agua. Se agita bien la mezcla y se aplica con un pulverizador común sobre troncos, tallos y hojas, siendo totalmente inocua para plantas, animales y seres humanos.

Otra interesante aplicación de las diatomeas es para proteger granos y semillas, de hongos, virus y bacterias. En este caso se aplica en polvo sobre los granos a conservar, notándose en las semillas una mejor germinación posterior al momento de la siembra.

SU EMPLEO EN ANIMALES Y PERSONAS

Las diatomeas son el medio más eficaz, inocuo y económico para combatir parásitos externos en animales domésticos. Se aplica directamente en polvo sobre el pelo del animal, valiéndose de una talquera común. También puede aplicarse en pisos, guardarropas, despensas y cualquier otro lugar que se desee proteger de insectos. Es de destacar su excelente resultado en el control definitivo de la vinchuca.

A nivel de piojos, se los elimina eficazmente aplicando unos pocos gramos de diatomeas en el champú o en agua. Se mezcla bien y se aplica sobre el cabello, dejando actuar entre 5 y 10 minutos. Al enjuagar se podrá comprobar el efectivo volteo de piojos y liendres.

La única precaución en el uso de la tierra de diatomeas, es cuando se la maneja en seco o sea en polvo. En estos casos conviene evitar su inhalación a efectos de prevenir posibles efectos alérgicos que puede causar el ingreso de estas microscópicas partículas a través del aparato respiratorio.

3° -- Tofu ( Queso de Soja )


El Tofu es un alimento libre proteico libre de hidratos de carbono elaborado a partir de semillas de soja que provienen exclusivamente de cultivos orgánicos (ORGÁNICO CERTIFICADO).

Sus características mas salientes son:

- Es un alimento rico en proteínas de alta calidad, que posee los diez aminoácidos esenciales para el organismo humano (100 gr. equivalen a 5 claras de huevo, 100 gr. de ricota u 80 gr. de carne de pollo).
- Libre de colesterol. Posee Ácido Linoleico y Lecitina que contribuyen a reducir el colesterol, con lo cual disminuyen los riesgos de accidentes cardiovasculares, estados de malnutrición y enfermedades degenerativas.
- Es de bajas calorías ya que 100 gr. aportan sólo 147 calorías, mientras que la misma cantidad de un bife de lomo tiene 390 calorías y de muzzarella 334 calorías.
- Contiene lecitina (ácido graso fosforado), la cual es muy importante para metabolizar, disolver y eliminar los depósitos de colesterol y otros ácidos grasos que se acumulan en órganos vitales y en el torrente circulatorio. Además, nutre las células cerebrales y refuerza los músculos oculares.
- Es muy rico en vitaminas y minerales. Sobre todo en calcio, fósforo y potasio.
- Contiene lisina, aminoácido esencial que se encuentra en pequeñas cantidades, en la mayoría de los cereales.
- No contiene gluten, por lo tanto es apto para celíacos.
- Es muy aconsejable en la Menopausia por su contenido en Calcio y por su efecto regulador de los estrógenos ya que es rica en Isoflavonas.

Los agricultores orgánicos no pueden emplear pesticidas, herbicidas o fertilizantes químicos. Tampoco pueden utilizar semillas transgénicas, que han sido modificadas mediante la inserción de material genético proveniente de otras especies para incrementar su rendimiento económico. De esta manera, se garantiza que las semillas de soja empleadas no arrastran químicos del cultivo ni del almacenamiento. Por ello, ni el la elaboración ni en el envasado de este producto no se usan conservantes ni aditivos que puedan afectar en mayor o menor grado nuestra salud.

El Tofu puede ser incluido en la mayoría de las comidas adoptando el sabor de las mismas. Combina de manera exquisita con sal marina, orégano, mostaza, pimienta, especias y es especialmente nutritivo con salsa de soja, cebollón, perejil y albahaca. También puede ser endulzado y batido con frutas secas o de estación. Su gran versatilidad permite crear infinidad de sabores haciendo del buen comer una práctica de vida sana.

Ofrecemos Tofu Orgánico Certificado - Recetario disponible

4° -- Arándanos - sus numerosos beneficios


Es una exquisita fruta de gran valor terapéutico y nutricional, rica en antioxidantes, ácidos orgánicos, flavonoides, vitaminas A, B y C, y gran cantidad de principios activos. Recomendada en alteraciones circulatorias y fragilidad capilar (várices, flebitis, úlceras varicosas, hemorroides), degeneración de la retina y pérdida de la visión (retinopatía diabética, miopía, retinosis), problemas de flora intestinal (disbacteriosis, inflamaciones), parasitosis, infecciones urinarias, problemas de piel (soriasis, eccemas), envejecimiento precoz, tumores y diabetes.

La anthocianina, que le da color azul al fruto, disminuye la acción de los radicales libres, asociados al envejecimiento, cáncer, enfermedades cardíacas y Alzheimer.

Su fruto posee la capacidad de proteger y fortalecer las paredes de los capilares, pequeños vasos sanguíneos, por lo que es útil en el tratamiento de venas varicosas, flebitis y hemorroides, al igual que en la prevención de problemas de la visión causados por la ruptura de pequeños vasos sanguíneos en los ojos.

El valor nutricional del arándano, según la estandarización de la Food and Drug Administración (FDA) de los Estados Unidos, lo resume como entre bajo y libre de grasas y sodio, libre de colesterol y rico en fibras, refrescante, tónico, astringente, diurético y con vitamina C.; además de ácido hipúrico, lo que determina que sea una fruta con muchas características deseables desde el punto de vista alimenticio.
Por su contenido en ácido gálico e hidroquinonas poseen propiedades astringentes y antivomitivas. También son muy ricos en componentes antiespasmódicos (potasio, rutina, quercetina, ácido cafeico geraniol, etc) y contienen más de 30 principios antiinflamatorios.

Los betacarotenos y el cariofileno le proporcionan propiedades gastroprotectivas.

Por la presencia de los ácidos gálico, málico y quercitina, posee propiedades bacteriostáticas, capaces de detener el crecimiento de las bacterias.

Tiene propiedades tónicas, astringentes y reguladoras de la actividad intestinal., es aconsejable contra el escorbuto y afecciones urinarias.

Contiene, además, unas sustancias conocidas como anthocianidinas que ayudan a fortalecer el colágeno, proteína importante de los ligamentos, tendones y el cartílago. También combaten los estados inflamatorios y tienen importantes propiedades antioxidantes, útil en el tratamiento de enfermedades inflamatorias de las articulaciones y las encías.

Brinda también beneficios en caso de infecciones urinarias, cálculos renales, lesiones oculares, glaucoma, cataratas, mala digestión, diabetes y circulación sanguínea (várices, hemorroides, flebitis).

Tenemos para ofrecerles el fruto fresco y el fruto deshidratado.

5° -- Magnesio


Aunque la presencia del magnesio en el organismo sea mucho menos importante que el calcio y el fósforo (apenas 30 gramos en un adulto medio), sus funciones son tan o más primordiales. El magnesio resulta clave para la correcta transmisión de los impulsos nerviosos, el trabajo de los músculos (en especial el músculo cardíaco), la permeabilidad celular, la producción de más de 300 enzimas, la replicación del ADN y la neutralización de la excitación celular que provocan las hormonas del estrés. Del magnesio depende el metabolismo de los macronutrientes (grasas, azúcares y proteínas), y el buen funcionamiento de las células hepáticas.

El 60% del magnesio corporal se halla en los huesos, desde donde puede liberarse en caso de necesidad. Cuando nos vemos sujetos a situaciones estresantes, el organismo acude a sus reservas de magnesio (depositadas en la estructura ósea), transportándolas al flujo sanguíneo. Luego de cumplir su función, calmando la excitación celular, el mineral es excretado del cuerpo. Sin dudas este drenaje se ve magnificado por la prolongada y cotidiana exposición al estrés.

En condiciones normales podemos reponer la pérdida de magnesio con una dieta basada en alimentos integrales, pero hete aquí que nos encontramos con serias carencias en los alimentos producidos industrialmente y luego refinados. Todo comienza con su ausencia en los suelos, por agotamiento y por ser uno de los minerales inhibidos por la fertilización química a base de nitrógeno. Hemos visto que de suelos empobrecidos surgen plantas y semillas proporcionalmente carentes. A esta pérdida debemos agregar la que generan los procesos de refinación. Se lo retira del trigo, al eliminar el germen y el salvado para dar lugar a la harina blanca. También se lo elimina en la sal, para evitar la formación de terrones, dada su “molesta” capacidad de absorber humedad. Por la misma razón es descartado en la refinación del azúcar blanco.

La carencia de magnesio en el organismo (muy común en nuestra sociedad) genera variados trastornos nerviosos, dificultades de concentración, palpitaciones, problemas de evacuación, debilidad muscular, ósea y cartilaginosa e insuficiencias renal y hepática. Por cierto que es recomendable reponer su carencia, tanto a través del consumo de alimentos bien dotados (germen de trigo, semillas, sal marina integral, azúcar mascabo, semillas, algas, etc), evitando aquellos refinados (harina blanca, azúcar blanca, sal refinada, etc). Pero cuando estamos en presencia de una carencia crónica y de antigua data, podemos echar mano temporalmente a un recurso sencillo, económico y efectivo: el cloruro de magnesio (el mismo que se descarta en la refinación de la sal de mesa). No olvidemos que la formas alimentarias del magnesio son siempre preferibles a las sales, aunque siempre "algo es mejor que nada".

Importancia del cloruro de magnesio: El magnesio produce equilibrio mineral, reanima los órganos de las funciones vitales (glándulas), activa los riñones para eliminar el ácido úrico; en la artritis, descalcifica la membrana de las articulaciones; ataca la esclerosis calcificada, evitando infartos; purificando la sangre, vitaliza el cerebro; devuelve y conserva la juventud hasta avanzada edad.
El magnesio es, de todos los minerales, el más indispensable, especialmente después de los 40 años, cuando el organismo comienza a absorber cada vez menos magnesio de la alimentación, provocando, vejez y enfermedades. Por eso debe ser tomado de acuerdo a la edad.

El magnesio no crea hábito. Una persona no conseguirá escapar de todos los males simplemente por tomar magnesio, pero al consumirlo hará que todo sea más saludable.

El magnesio no es un remedio, es un alimento sin ninguna contraindicación y compatible con cualquier medicamento en simultáneo. Tomarlo para una enfermedad determinada, equivale a reordenar todo el organismo, consiguiendo, de ésta forma, una cura integral.

Principales aplicaciones: Nutre, disminuye el agotamiento intelectual, elastiza las arterias, cura la artrosis, elimina la atrofia muscular, remedia el desequilibrio mineral, modera los desórdenes digestivos e intestinales, alivia la fatiga, previene problemas de próstata, es laxante y tonificante.

Artritis: El ácido úrico se deposita en las articulaciones del cuerpo, especialmente en los dedos, que se hinchan; esto es porque los riñones están fallando por falta de magnesio (revisar los riñones, por si acaso existen problemas mayores).

Próstata: Un anciano ya no conseguía orinar; en la víspera de la operación le dieron 3 copitas e inmediatamente comenzó la mejoría; después de una semana estaba totalmente curado sin necesidad de cirugía. Hay casos en que la próstata vuelve a su total normalidad.

Achaques de la vejez: Rigidez, calambres, temblores, arterias duras, pérdida de memoria y falta de actividad mental.

Cáncer: Todos tenemos cáncer en grado moderado; consiste en algunas células malformadas por causa de algunas sustancias o por presencia de partículas tóxicas. Estas células no son compatibles con las células sanas. El magnesio consigue combatir las células cancerosas, vitalizando las células sanas. Cuando el cáncer comienza a extenderse lentamente, no causa dolor que nos ponga alerta, hasta que aparece el tumor. Cuando la enfermedad está muy avanzada, el magnesio apenas puede frenar un poco el avance del cáncer, pero ya no curar. El magnesio es un eficaz preventivo contra el cáncer de las mamas y de la matriz, así como en la próstata.

6° -- Semillas, manantial nutricional


Las semillas representan un completo almacenaje de nutrientes, necesarios para garantizar la vida de una futura planta. Ya hemos visto las excelentes cualidades del sésamo, la chía, el lino, el girasol y las nueces. Pero también hay otras semillas interesantes para incluir en el consumo diario, que a continuación veremos.

Las semillas son una forma práctica y gustosa de incorporar minerales, proteínas, vitaminas y ácidos grasos de óptima calidad. Resultan ideales para el consumo entre comidas principales. Es preferible comerlas crudas o apenas tostadas, para evitar destruir sus riquísimos nutrientes (a excepción del maní y el pistacho). Siempre es recomendable una muy buena masticación e insalivación, a fin de facilitar su asimilación. Las semillas también pueden ser la base de sencillas preparaciones vegetales (pan de almendras, fiambre de nueces, etc) y de saludables alternativas lácteas (leches, cremas, mayonesas o mantecas vegetales).

Almendra (Amygdalus communis): El 56% de su peso esta formado por materia grasa, con predominio de monoinsaturados (38%) y buen aporte de omega 6 (10%). Posee mucha proteína (20%), completa y de fácil asimilación. También tiene buena dosis de minerales (calcio, magnesio, hierro, fósforo, potasio, cinc, cobre, manganeso) y vitaminas (B1, B6 y E). Posee una enzima (emulsina) que favorece la digestión de los carbohidratos. Es una de las pocas semillas con marcado efecto alcalinizante. Su equilibrio de nutrientes la hace muy indicada para problemas nerviosos, colesterol elevado, afecciones cardíacas, arteriosclerosis, calcificación deficiente, desmineralización, diabetes, embarazo y lactancia. La leche que se prepara con esta semilla es muy saludable y digestiva; indicada para niños con intolerancia a la leche vacuna, eccemas y diarreas.

Zapallo (Cucurbita pepo): Consideramos aquí a la pepita de las semillas del zapallo. Los lípidos constituyen casi la mitad de su peso, con prevalencia de omega 6 y buena dosis de monoinsaturados. Tiene alto tenor proteico (19%). A nivel de minerales, se destaca por su riqueza en algunos claves y generalmente deficitarios, como el cinc, el hierro y el selenio. Es muy conocida su propiedad vermífuga; como antiparasitario intestinal es efectivo en casos de lombrices (tenia) y su uso está exento de riesgos, incluso en niños. A nivel de próstata, desinflama y frena su crecimiento excesivo (hipertrofia). Por tanto su consumo regular ayuda a prevenir el adenoma (tumoración benigna). Por su acción antiinflamatoria es indicada para variados problemas de vejiga.

Castañas de pará (Bertholletia excelsa): Se la conoce también como nuez de Brasil, en referencia a su origen. Es una de las semillas más grasas (65%) y más dotada de lípidos saturados (solo superada por el coco). A nivel vitamínico posee alta dosis de B1 (clave para el sistema nervioso y el metabolismo celular), B2, B3 (regula el colesterol orgánico), B6 (importante en la síntesis hormonal), E y K (interviene en el metabolismo del calcio y la coagulación de la sangre). En materia de minerales posee buenas dosis de hierro, fósforo, calcio, magnesio (es el alimento más rico en este mineral), potasio, cinc y selenio (es el vegetal mejor dotado en este importante oligoelemento). Indicada en problemas nerviosos, pérdida de memoria, falta de concentración, bajo rendimiento intelectual, debilidad, anemia, envejecimiento, etc.

Castañas de cajú (Anacardium occidentale): Es un fruto muy equilibrado en sus componentes. Posee buena proteína (23%). Su materia grasa (46%) tiene prevalencia de insaturados. A nivel de minerales es rica en hierro, magnesio (posee una de las concentraciones más alta entre los vegetales), potasio, fósforo y sobre todo en cinc (es una de las semillas mejor dotadas). En materia de vitaminas, posee buena dosis de B1, B2, B3, B6, E y ácido fólico. Todo esto la hace muy recomendable para problemas del sistema nervioso (agotamiento, nerviosismo, irritabilidad, depresión) y espasmos (colon, útero, arterias coronarias).

Pistacho (Pistacia vera): Este típico fruto seco de Medio Oriente, es un gran proveedor de sustancias nutritivas, sobre todo a nivel de minerales. Es muy rico en hierro, potasio, fósforo, magnesio, calcio, cobre (este oligoelemento es responsable de la buena asimilación del hierro) y muy bajo en sodio. El 50% de su peso esta compuesto por ácidos grasos, predominando los monoinsaturados. Posee un 23% de proteína. También ostenta buen tenor vitamínico, sobre todo en materia de B1, B2, B3, B6, E y ácido fólico. Es muy útil en anemias, problemas nerviosos, estados de debilidad, problemas de crecimiento y trastornos hepáticos.

Maní (Arachis hypogaea): Este particular fruto subterráneo, originario de América Central y también conocido como “pequeña nuez americana”, es uno de los más populares y difundidos en el mundo. Tiene grandes virtudes nutritivas y también algunos aspectos que obligan a ser cuidadosos con su consumo. Posee uno de los mayores tenores proteicos entre las semillas (26%), superado solo por el piñón (fruto de la araucaria). Las grasas forman la mitad de su peso, prevaleciendo las insaturadas (22% de monoinsaturadas y 13% de poliinsaturadas). En materia de vitaminas, destaca la presencia de B1, B2, B3 (su contenido de niacina es un record entre los alimentos), B6, E y ácido fólico. A nivel de minerales, los maníes son muy ricos en potasio y bajos en sodio. También poseen fósforo, calcio, magnesio, hierro, cinc, cobre, y manganeso. Dada su concentración de nutrientes, es bueno ingerirlos solos y alejados de las comidas principales, o en combinaciones simples. Formando parte de otras comidas complejas, suelen resultar de difícil digestión. Su consumo más popular es como grano tostado, sistema que previene el riesgo de la frecuente presencia de hongos. Pero hay quienes lo ingieren como una legumbre, es decir cocinado en agua a partir del grano crudo. También se utiliza bajo forma de manteca, al igual que el sésamo. Crudo suele ser indigesto, poco sabroso y peligroso por la eventual presencia de aflatoxinas. Es uno de las pocas semillas que genera efecto astringente, no siendo indicado para personas con estreñimiento. Es muy recomendado en problemas de piel, afecciones cardíacas y problemas de colesterol

Extraído del libro “Alimentos Saludables”-Nestor Palmetti

7° -- Hipertensión, el mito de la sal


Es bueno apelar al sentido común para cuestionar nocivos mitos, muy arraigados en nuestro moderno sistema cultural, pero que a causa de sus falencias, son un obstáculo a la hora de resolver problemas. Uno de ellos asevera que las dificultades circulatorias son consecuencia del consumo de sal y grasas. Si esto fuese una verdad absoluta, aquellos pacientes que hacen dietas carentes de dichos elementos, deberían recuperar rápidamente la salud y abandonar la ingesta de medicaciones. Sin embargo, y pese a la privación dietaria, los fármacos se hacen “de por vida”, los síntomas se multiplican y la calidad de vida se degrada.

Entonces, ¿no es lícito pensar en un error de concepto? Más que eliminar, ¿no habría que hablar de calidad de sal y grasa que ingerimos? ¿Y no habrá acaso otra causa más profunda del problema? Estas preguntas nos llevan a profundizar en otro falso concepto: ¿qué es la hipertensión? La visión culturalmente dominante nos indica que, a causa de una “deficiencia” -casi siempre atribuida a los genes, el estrés o a la edad- el corazón bombea en exceso, agitando el fantasma del infarto y la arteriosclerosis. Ahora bien, ¿por qué “traviesa” razón, nuestra bomba sanguínea se empeña en trabajar en exceso para incrementar la fuerza de empuje sobre la sangre? ¿Será que el corazón obtiene algún beneficio por este desgaste de energía? Resulta obvio que no, y conociendo los delicados mecanismos que rigen nuestro funcionamiento orgánico (homeostasis ó tendencia al equilibrio), ¿no será que nosotros mismos estamos obligando al corazón a bombear con más fuerza de la necesaria?

Aunque no somos partidarios de considerar al organismo como una máquina, hagamos por un momento una analogía entre el sistema circulatorio y un mecanismo hidráulico. Resulta obvio que en un circuito estable y sin pérdidas de fluido, las razones para tener que incrementar la presión de una bomba es una sola: el aumento de la viscosidad del fluido. A mayor viscosidad del líquido, mayor necesidad de empuje para mantener la eficiencia funcional del circuito. Este sencillo razonamiento nos conduce directamente a focalizarnos en la “viscosidad” de la sangre, el fluido de nuestro aparto circulatorio.

Los desechos que vamos incorporando diariamente a nuestro cuerpo a través de una alimentación de mala calidad, en la cual la sal y las grasas son solo una parte, superan con creces la capacidad natural de eliminación de los emuntorios. Estos órganos especializados en la limpieza corporal (hígado, riñones, intestinos, pulmones, piel, sistema linfático) se ven desbordados en la tarea cotidiana, al ser más lo que entra que lo que sale. La sangre, sobrecargada de elementos tóxicos, se hace cada vez más espesa y viscosa, disminuyendo la velocidad de circulación. Los desechos comienzan a depositarse en las paredes de los vasos sanguíneos, los cuales ven gradualmente reducida su sección y esto dificulta la irrigación.

Aquí vamos encontrando la punta del ovillo y entendiendo las razones por las cuales el corazón hace lo que hace. Podemos intuir claramente cuál es la causa profunda de la hipertensión: la sangre sucia y los capilares obstruidos obligan al corazón a bombear con mayor presión a fin de mantener la imprescindible capacidad de irrigación. Sin embargo y frente a una lógica tan sencilla, tratamos de “idiota” a nuestro corazón; ingerimos medicación hipotensora (para reducir la presión) en lugar de limpiar y fluidificar la sangre.

Si actuásemos con sentido común, no solo nos ahorraríamos los fármacos (con el costo y los efectos secundarios inherentes), sino también el terrible gasto extra de energía que significa para nuestro organismo el cotidiano esfuerzo de elevar la presión sanguínea. Esto también nos permite comprender porqué tanta “fatiga crónica” y tanta falta de energía: estamos malgastando nuestro caudal energético por no atender las necesidades depurativas. Dado que la cuestión depurativa es todo un tema en sí mismo, recomendamos profundizar en todas las técnicas caseras para generar la necesaria limpieza del organismo (se puede solicitar vía mail).

Por cierto que la pésima calidad de sal y grasas que consumimos, ponen su granito de arena en el espesamiento de la sangre. Pero eliminar por completo estos nutrientes es un absurdo total. No se puede concebir el correcto funcionamiento orgánico sin diarias dosis de sal y grasas. El tema es sólo calidad y cantidad, ¡¡¡pero nunca abstinencia!!!

Como dijo el experto en oligoelementos Henry Schroeder: “La sal es la base y el sostén de la vida. La vida comenzó en la salinidad y no se puede librar de ella”. Así como en materia de grasas dependemos del aporte alimentario de ciertos ácidos grasos esenciales, en materia de sal dependemos de ciertos microminerales (oligoelementos) que también son esenciales en pequeñísimas dosis y que forman parte del plasma marino. Y la sal no es más que el residuo sólido de dicho plasma, tras la evaporación del agua. De allí la importancia que las antiguas civilizaciones asignaban a la sal.

Extraído del libro “La Sal” – Néstor Palmetti

8° -- Harina de Vino, potente antioxidante natural

Se trata de un suplemento dietario realizado en base a la materia sólida que resulta del proceso de vinificación artesanal. Aporta la gran riqueza en polifenoles antioxidantes que posee la uva. Estos flavonoides (resveratrol) retardan el envejecimiento, neutralizan los reactivos radicales libres, mejoran la circulación sanguínea, fortalecen los capilares, previenen afecciones cardíacas al evitar la formación de coágulos, reducen el daño de la fibromialgia, protegen del cáncer, mejoran afecciones de piel (soriasis, eccemas), detienen la degeneración macular y mejoran la vista.

La harina de vino tiene alta concentración de resveratrol, potente bioflavonoide fácilmente asimilable por el organismo y que se encuentra no solo en la uva, sino también en otros frutos, como las nueces, las moras o los arándanos. Por cierto que el vino tinto aporta resveratrol, pero para obtener por este medio una cantidad importante (una botella puede contener 5 miligramos), obligaría a una elevada ingesta alcohólica… que aunque embriagante, posee sus perjuicios. De allí que el consumo de la harina de vino sea una saludable alternativa antioxidante. La harina de vino se puede consumir regularmente y en pequeña dosis, disuelta en jugos o mezclada con otras comidas.

El resveratrol (complejo de proantocianidinas oligoméricas) actúa activando enzimas (sirtuinas) que retardan el envejecimiento y prolongan la vida celular. Además neutraliza los reactivos radicales libres. Estos compuestos no son más que átomos de oxígeno que han perdido un electrón y en el afán por estabilizarse, ponen en marcha una nefasta cascada oxidativa, que muchos consideran la principal causa de las enfermedades crónicas y degenerativas.

Los radicales libres son normales productos del metabolismo corporal. Sin embargo, en las últimas décadas se han convertido en principal causa de envejecimiento y daños degenerativos, por dos motivos: hemos incrementado su presencia (cigarrillo, cocción y refinación de los alimentos, contaminación, etc) y hemos disminuido el consumo de alimentos que aportan protectores antioxidantes naturales.

El resveratrol tiene la capacidad de donar varios electrones para estabilizar muchos radicales libres, sin volverse peligroso (no altera su valencia). Este efecto brinda gran cantidad de beneficios en distintas áreas del organismo, estimándose que el resveratrol tiene 20 veces mayor potencia antioxidante que la vitamina C y 50 veces más que la vitamina E.

Médicos europeos han comenzado a utilizar estos polifenoles (PCO) en distinto tipo de afecciones:

Circulación: Fortalece rápidamente las paredes de los vasos sanguíneos. Tiene marcado efecto antiinflamatorio, similar a la aspirina, pero sin generar irritación gastrointestinal. Previene la formación de coágulos que obstruyen los capilares.

Diabetes: Estabiliza el nivel de azúcar en sangre. Mejora la resistencia a la insulina.

Dermatología: Previene el envejecimiento de la piel. Mantiene sana la elastina y el colágeno, componentes de la piel que se ven afectados en soriasis y eccemas.

Articulaciones: Mantiene suaves los tejidos conjuntivos. Disminuye el dolor muscular (fibromialgia) y articular (artritis).

Visión: Detiene la progresión de la degeneración macular y las cataratas. Mejora el flujo en los diminutos vasos sanguíneos del ojo, evitando malfunción, distorsión y fatiga visual.

Fenómenos degenerativos: Reduce el progreso de la esclerosis múltiple. Mitiga el daño celular que genera el tumor y previene su desarrollo.

También incrementa la resistencia física general y disminuye las reacciones alérgicas. Es obvio que las acciones investigadas no son algo mágico, sino que se condicen con un estilo de vida saludable, que limite el efecto “ensuciante” de nuestros alimentos masivos y atienda las necesidades depurativas del organismo.

9° -- Levadura de cerveza, preciada fuente nutricia


Se trata de un excelente integrador alimentario, usado como reconstituyente general, vitamínico y mineral, tanto en caso de exigencias puntuales (estrés, convalecencias, embarazo, prácticas deportivas) o estados carenciales (malnutrición, anemia, regímenes reductores). No debe confundirse con la levadura de panificación, que no resulta adecuada para ingesta directa.

La levadura de cerveza (Saccharomyces cerevisiae) se cultiva a partir de la cebada germinada (malta) y luego se debe secar cuidadosamente (por debajo de los 70ºC) para no destruir uno de sus principales ingredientes: las vitaminas termosensibles. Además de su valioso aporte en sustancias nutritivas (vitaminas, minerales, aminoácidos, etc), la levadura es importante por su acción de refuerzo y modulación de la flora intestinal.

En materia de vitaminas, tiene una gran riqueza del grupo B. Posee 34 veces más B1 que la avena y las nueces. Un par de gramos de levadura aportan la misma cantidad de B1 que 100 gramos de avena, 100 de lentejas y 100 de nueces, en conjunto. También es rica en B2, B4, B5, B6, B12 (vitamina clave para vegetarianos), PP, H, inositol, colina, PABA y ácido fólico.

A nivel de minerales, la levadura contiene magnesio, calcio, cinc, hierro, cobre, cromo y selenio. Dado que no es un alimento y se consume a nivel de pocos gramos diarios, la levadura resulta importante por su aporte en oligoelementos o minerales traza, carentes en nuestros alimentos refinados y procesados. Es el caso del cromo, cofactor de la insulina y cuya carencia está relacionada con los problemas diabéticos. O el caso del selenio, antioxidante protector del cáncer, el envejecimiento prematuro y los radicales libres. Estos micro minerales son ingredientes esenciales de la enzimas y participan en sus cascadas metabólicas.

La mitad del peso de la levadura esta formado por proteínas, aportando en cantidad significativa aquellos aminoácidos esenciales (es decir que no los puede sintetizar el organismo y que deben provenir de nuestros alimentos). También aporta glutatión, una proteína formada por tres aminoácidos, que resulta clave para la desintoxicación hepática, la neutralización de venenos y la eliminación de desechos de células tumorales.

Si bien el uso de la levadura de cerveza para preservar la salud y la larga vida, aparecía ya en los papiros egipcios, la ciencia moderna ha descubierto nuevas aplicaciones terapéuticas. Se lo considera un protector hepático, útil en arteriosclerosis, diabetes (algunos la llaman “insulina vegetal”), tumores, dificultades digestivas, problemas nerviosos, estreñimiento, anemia, leucemia y como tónico general. La levadura de cerveza mejora la piel, la síntesis intestinal de vitaminas y el equilibrio de la flora intestinal.

Como decíamos al principio, es importante consumir levaduras secadas a bajas temperaturas y que no tengan tratamiento de desamargado. Este proceso se hace a nivel industrial para quitar el característico sabor amargo de la levadura y consiste en un lavado, que elimina también valiosos nutrientes. El sabor amargo de la levadura no debe ser un problema, ya que no se aconseja su consumo aislado ni en grandes dosis. Un par de gramos diarios debería pasar desapercibido en combinación con otros integradores alimentarios como el germen de trigo o semillas. Es el caso del Queso Rallado Vegetal, preparado elaborado con semillas de sésamo, lino y girasol, germen de trigo, levadura de cerveza, algas kelp, salvado de avena y sal marina. Se utiliza como el queso rallado, espolvoreado en crudo sobre todo tipo de comida, aportando un delicado sabor e infinidad de nutrientes indispensables para prevenir enfermedades.

Aquellas personas que consumen la levadura de cerveza en comprimidos, deben asegurarse que los mismos no contengan excipientes. Este tipo de comprimidos artesanales sabe combinarse con otros integradores: algas fucus, calcio y magnesio, gingko biloba ó vitaminas y minerales.

10° -- Propóleo, elixir inmunológico


La historia tiene sobradas pruebas de la relación del hombre con la abeja desde hace miles de años. Desde la remota antigüedad se sabe del uso de los productos de la colmena en alimentación humana y en alteraciones de salud, dos ámbitos íntimamente ligados.

Desde el punto de vista alimenticio, los productos apícolas son valiosos suplementos nutricionales destinados a suplir carencias de la dieta moderna, basada en alimentos refinados e industrializados. El gran contenido de aminoácidos, enzimas, vitaminas, antioxidantes, ácidos orgánicos y minerales (elementos claves para nuestro equilibrio y que se pierden en los procesos de producción masiva) convierte a la colmena en una valiosísima fuente proveedora de salud y vitalidad.

Otro aspecto valioso del producto apícola es su capacidad de contrarrestar los nocivos efectos de la contaminación ambiental y del estrés, dos flagelos que diariamente minan nuestro organismo. Los antioxidantes se hacen cada vez más necesarios para soportar la creciente exposición a los radicales libres. Estas sustancias reactivas, a las cuales nos vemos cada vez más expuestos, tienen -junto al estrés- un rol decisivo en el origen de muchas patologías como el cáncer, las afecciones cardiovasculares, las enfermedades autoinmunes y el envejecimiento precoz. Además de producirse normalmente en el metabolismo celular, los radicales libres nos llegan con la contaminación atmosférica, los alimentos industrializados y los rayos ultravioletas. También los microminerales u oligoelementos juegan un papel clave como responsables de infinidad de procesos que refuerzan el desarrollo psicofísico y el bienestar. Por todo ello el sistema inmunológico, el aparato circulatorio, las vías respiratorias, el sistema nervioso y el aparato digestivo disponen de una significativa ayuda en la producción de las abejas.

Teniendo en cuenta que hablamos de sustancias naturales con tantas propiedades, es importante preservar al máximo las cualidades de estos delicados productos de la colmena, evitando tanto su contaminación como la degradación causada por su incorrecta manipulación. Sin estos cuidados es imposible gozar de sus magníficas virtudes. En materia de contaminación, el origen de nuestros productos es el Valle de Traslasierra, una zona privilegiada, con agua y aire puros, y sin fuentes de polución. En la región no hay prácticas agrícolas de envergadura y por ello no hay uso de agroquímicos. Precisamente la parafernalia de químicos usados en agricultura es la causa principal de contaminación externa del producto apícola. Las abejas están supeditadas a la floración espontánea del monte serrano (algarrobo, chañar, poleo, peperina, carqueja, palo amarillo, etc.). Este factor, por un lado limita la producción, pero por otro lado da garantía de altísima calidad.

Tanto o más importante que la contaminación externa, es hoy día la contaminación generada por el mismo apicultor en el interior de la colmena. La agresiva explotación comercial provoca gruesos desequilibrios en la actividad. El estrés causado por el sistema de manejo y la involución de la genética, han debilitado el sistema inmunológico de la abeja y esto ha incrementado violentamente sus enfermedades y enemigos naturales. El apicultor tradicional ha hecho uso macizo de antibióticos y sustancias químicas, generando sólo dependencia y resistencia. Esto obliga a usar cada vez más químicos que apenas disimulan y no resuelven el problema. Frente a la desesperación, hasta llegan a usarse productos fosforados para salvar la mortandad de colmenas, contaminándose seriamente la producción de miel y propóleo.

Respecto a la manipulación, se pone mucho celo a fin de preservar los delicados y valiosos componentes de los productos de la colmena. Por ejemplo el polen es secado sin superar los 40º de temperatura, el propóleo no es calentado en ninguna fase de elaboración y la miel tampoco es expuesta al calor. Es el único modo de conservar productos tan plenos de principios biológicamente activos y, por ende, tan sensibles. Obviamente que todo ello implica mayor trabajo, más tiempo de elaboración y cuidados artesanales, pero la mayor efectividad del producto es rápidamente advertida por el.

EL PROPOLEO

Origen: Esta maravillosa sustancia resinosa es el sistema inmunológico de los vegetales superiores (árboles). La abeja la recoge y transforma, para desinfectar la colmena, sellar grietas y embalsamar intrusos que no puede expulsar por su tamaño. El propóleo es lo que garantiza la total asepsia de un ambiente como la colmena, verdadero caldo de cultivo de virus y bacterias, a causa de sus tenores de temperatura y humedad.

Composición: Es muy variable, dependiendo de la flora y el clima de cada lugar. Pese a ser el producto más usado y más investigado de la colmena, aún no se ha concluido su estudio científico, iniciado recién en la década del 60 en Europa del este. Ya se le han detectado más de 250 elementos constitutivos y unos 50 principios biológicamente activos, lo que explica su gran cantidad de propiedades. Tiene resinas, bálsamos, aceites esenciales, minerales (más de 20 oligoelementos), vitaminas, aminoácidos (7 de los 8 esenciales) y más de 50 grupos de flavonoides.

Propiedades: Científicamente se le han demostrado 20 propiedades: es antibacteriano, antimicótico, anticolesterolémico, antiparasitario, antiinflamatorio, antioxidante, antitóxico, antialérgico, analgésico, anestésico, antituberculoso, antiviral, citostático, desodorante, epitelizante, estimulante de la inmunogenesis, fitoinhibidor, hemostático, hipotensor y termoestabilizador. Fundamentalmente es un magnífico biorregulador, rehaciendo la capacidad de defensa, funcionamiento y adaptación del organismo. Los oligoelementos justifican muchas virtudes del propóleo, pues -participando en procesos metabólicos, fermentativos y vitamínicos- contribuyen a la curación de estados anémicos, previenen la arteriosclerosis e incrementan la capacidad inmunológica del organismo. Por su parte los flavonoides -con más de 40 acciones farmacológicas- son la base de su versatilidad terapéutica. Sus cualidades antioxidantes -además de reducir el efecto de los radicales libres- son responsables de la acción antiviral, al inhibir el desarrollo de virus patógenos. Además de su amplio efecto antibacteriano, el propóleo estimula la reacción inmunológica del organismo, complementando ambas funciones sin producir alteraciones de la flora bacteriana, cosa que ocurre con los antibióticos de síntesis. Otra virtud del propóleo es su capacidad de distribuirse indistintamente a través de la sangre y la linfa, a todo el organismo.

Aparato circulatorio: El propóleo combina efectos vaso-dilatadores e hipotensores, disminuye la fragilidad capilar, inhibe la oxidación del colesterol y normaliza la tensión arterial. Estos efectos se logran con el uso regular, no debiendo esperarse efectos mágicos en caso de crisis hipertensivas. Veamos en detalle lo que dice el Dr. Julio César Díaz, presidente de la Asociación Argentina de Apiterapia, en su libro “Apiterapia Hoy”: “La propiedad anticolesterolémica del propóleo, muy relacionada con la hipotensora, está determinada en primera instancia por la presencia de ácidos grasos no saturados, que inhiben la oxidación del colesterol; todo ello en presencia de pequeñas concentraciones del cinc presente en el propóleo. Al respecto, existe suficiente bibliografía como para considerarlo de primera línea en el tratamiento de ambas patologías. En experiencias realizadas se vio que tanto el descenso del colesterol como el de la presión arterial, es mucho más manifiesto que en los tratamientos convencionales. Este descenso de ambos parámetros se manifestó como algo permanente en los pacientes que mantuvieron la dieta indicada; es decir, que si al término del tratamiento se siguió con la dieta, no hubo aumento ni de colesterol ni de presión, aunque ya no estuviera el propóleo. En el caso de la hipertensión, el propóleo no es útil para la crisis hipertensiva. Es un excelente regulador en forma lenta y sostenida; y el mantenimiento del tratamiento evitará la crisis hipertensiva. En presencia de ella, se debe actuar tal lo que es: una urgencia médica. Por otro lado, en pacientes hipertensivos con patologías asociadas (diabetes, infecciones, asma, obesidad, etc) se vio una notable mejoría de todas ellas (Giral y col.) con el levantamiento del estado general de estos pacientes”.

Vías respiratorias: Es un antibiótico de amplio espectro que no produce disbacteriosis y que se ha ganado merecidamente la fama de efectivo antigripal. Su acción antiinflamatoria y anestésica lo convierte en eficaz protector de la garganta y las cuerdas vocales.

Aparato digestivo: En este aspecto ejerce múltiples acciones: normaliza el peristaltismo intestinal, regula el apetito, ayuda a la regeneración de úlceras, es protector hepático y previene la parasitosis.

Dermatología: Su notable capacidad cicatrizante, desinfectante y antiinflamatoria lo hace indicado para heridas, quemaduras y afecciones de la piel. También resulta óptimo como fungicida de amplio espectro.

Odontología: Incrementa la salud bucal por sus principios antisépticos, antibióticos y antiinflamatorios. Además estimula la generación de la dentina (esmalte dental) e impide la formación de caries y placa bacteriana.

Contraindicaciones: Ninguna. No se han detectado reacciones alérgicas, ni toxicidad por sobredosis. Se ha demostrado perfectamente compatible y hasta complementario de otras prácticas terapéuticas.

Cuidados: Para mantener sus propiedades requiere que se lo preserve de la luz y de la temperatura, dada las delicadas características biológicas de sus componentes.

PRODUCTOS DERIVADOS

Solución de Propóleo

La solución hidroalcohólica de propóleo en gotas, tiene múltiples aplicaciones. Como suplemento dietario de uso regular, aporta al organismo toda la riqueza constitutiva del propóleo (ver descripción), suple carencias alimenticias, opera como biorregulador, refuerza el sistema inmunológico y ayuda a combatir los efectos de la contaminación.

Para un adulto se recomienda el consumo de 20 gotas diarias en ayunas, disueltas en medio vaso de agua. A fin de optimizar su aprovechamiento, se aconseja hacer buches antes de ingerirlo. Con ello se logra: desinfectar y desodorizar la cavidad bucal, reforzar el esmalte dental, desinflamar las encías, prevenir caries y combatir la placa bacteriana. En caso de estado gripal o afección de vías respiratorias, se aconseja tomar 30 gotas, 3 veces al día, una hora antes de las comidas. Esta dosis de adulto debe reducirse para niños.

A efectos de operar sobre el control del apetito, si se desea reducirlo deben ingerirse las gotas una hora antes de las comidas. En cambio para incrementarlo, la ingestión a modo de aperitivo debe realizarse 5/10 minutos antes de comer.

Las gotas también pueden emplearse en el tratamiento de hongos (pie de atleta). Diluidas en agua resultan un excelente preventivo de uso veterinario, aplicado regularmente a todo tipo de animales domésticos. Debido a que el propóleo deja manchas persistentes -solubles en alcohol- se recomienda precaución en su manejo.

La solución de propóleo también se ofrece en un cómodo envase vaporizador para realizar aplicaciones en la cavidad bucal. Resulta útil en asma, inflamación e irritación de garganta, tos, angina, afonía y estado gripal.

Pastillas de Propóleo

Esta preparación permite aplicar el propóleo en la cavidad bucal, en dos prácticas presentaciones (sobre y pastillero) al alance de la mano. A diferencia de los tradicionales caramelos, estas pastillas preservan íntegramente las magníficas virtudes del propóleo, por haber sido elaboradas totalmente en frío. Muchos componentes y principios activos del propóleo (bálsamos, flavonoides, aceites esenciales, etc.) se inactivan con la temperatura, perdiéndose la mayor parte de sus propiedades.

Estas pastillas se recomiendan como protectoras de la cavidad bucal y las vías respiratorias, empleándose en casos de tos, afonía, carraspera, irritación de garganta, inflamaciones, anginas, etc. A fin de optimizar su efecto, se aconseja disolverlas lentamente en la boca para difundir sus principios a través de la insalivación, no existiendo riesgo de sobredosis. Su uso regular las convierte en un magnífico suplemento dietario absolutamente libre de contraindicaciones.

Ungüento de Propóleo

El ungüento de propóleo al 10% -formulación de la Universidad de Santiago del Estero- es aconsejado para los más variados problemas dermatológicos: quemaduras, heridas, acné, dermatosis, eccemas, forúnculos, urticarias, herpes, soriasis, llagas, verrugas, hongos, hemorroides, escaras, úlceras varicosas, etc. En general se recomiendan tres aplicaciones diarias, previo lavado de la zona afectada con el jabón de propóleo.

El gel de propóleo -de similares propiedades que el ungüento- se recomienda sobre todo en uso veterinario, para todo tipo de heridas, quemaduras y problemas de piel (cicatriza y evita infecciones). También permite utilizar el efecto antimicótico del propóleo para combatir hongos genitales. Aplicar 3 veces al día, sobre todo por la mañana y la noche.

Jabón de Propóleo

En este producto se unen las propiedades antisépticas, bactericidas, reconstituyentes de tejidos y antimicóticas del propóleo y la cualidad emoliente y protectiva del aceite de coco. Además de sus efectos específicos, este jabón limpia el cuerpo, eliminando impurezas y residuos de la piel. Al dejar libres los poros, permite su rápida oxigenación. Contiene principios activos que ejercen un efecto reconstituyente en la piel fatigada. La versión de tocador es más indicada para el uso cotidiano.

Usado en la higiene diaria, este jabón previene la transmisión de enfermedades producidas por bacterias y hongos. Es indispensable en el tratamiento de acné, dermatitis, soriasis y seborrea. Controla hongos en micosis, como el pie de atleta. Actúa como desodorante en la higiene corporal e íntima. En afecciones de la piel, usar 3 veces al día, dejando actuar 10 minutos antes de enjuagar, aplicando luego el ungüento de propóleo.

Miel con Propóleo

Este preparado integra y potencia las virtudes de sus dos magníficos componentes, desarrollando complejos efectos en el organismo. Es un excelente protector de las vías respiratorias. Ayuda a mitigar los efectos de la contaminación atmosférica (humo, smog, etc.). Es un complemento alimentario aconsejado para asmáticos. También se lo emplea como producto tonificante y regenerador en casos de agotamiento, anemia, estrés y convalecencia, con buenos efectos energéticos y vigorizantes.

En concentración al 2% es una alternativa para el consumo de propóleo por parte de los niños, a veces reacios a su sabor natural. La dosis aconsejada es de 3 cucharadas diarias, aunque no existen contraindicaciones por mayores cantidades. Para personas que deben consumir dosis mayores de propóleo (por gripe, asma, problemas de vías respiratorias, etc.) y son reacios al alcohol contenido en la solución hidroalcohólica, se elabora en concentración al 5%, cuya dosificación debe ajustarse a cada persona.

Crema de belleza

Esta línea de cremas asocia los principios activos de la miel, la cera y el propóleo, para la nutrición y la protección de la piel. Está formulada para cutis castigados por agentes climáticos, principal causa de arrugas y envejecimiento prematuro. En este sentido opera el poder antioxidante del propóleo, combatiendo los nocivos radicales libres que deterioran la piel y estimulando los procesos celulares. Las propiedades suavizantes y emolientes de la miel y la cera de abejas, le otorgan tersura al cutis.

Esta crema resulta adecuada para uso nocturno, posibilitando la profunda acción de sus componentes durante las horas de descanso. Sus beneficios se advierten con el uso regular. La formulación base está indicada para cutis graso, pues no posee componentes oleosos. La formulación para cutis seco posee el agregado de aceite de rosa mosqueta y de extracto de aloe vera, que adicionan su riqueza en ácidos grasos esenciales y en agentes reacondicionadores de la piel.

Crema bioregeneradora con jalea y propóleo

Se trata de una crema revitalizante e hidratante de la piel. Contiene jalea real, propóleo, centella asiática y aloe vera. Los liposomas de jalea real y propóleo atraviesan la piel sin dificultad, llevando el producto a la capa basal y generando la formación de una piel más sana y desintoxicada. La centella asiática, funciona como drenador linfático, limpiando internamente y dando grandes mejorías especialmente en casos de celulitis. El aloe vera recompone y regenera cualquier tipo de piel. Todo ello en una base grasa bio regeneradora, que por si sola tiene aplicación cosmética y terapéutica. Carente de colorantes y aromatizantes. Hipoalergénica. Recomendada en cosmética, celulitis, arrugas, antes y después del maquillaje, quemaduras, acné, dermatitis varias y como antibiótica y cicatrizante.

ProUnGeo

Solución elaborada con técnicas homeopáticas, combinando propóleo de abejas, uña de gato y chañar. A todas las propiedades del propóleo respecto a las vías respiratorias, se agrega el efecto antioxidante y anticancerígeno de la uña de gato y el efecto expectorante del chañar. Indicado para fumadores, cáncer de pulmón, bronquitis, asma, congestión pulmonar, fibrosis, enfisema, EPOC, etc. La dosis mínima es una inhalación a la mañana y otra a la noche. No hay problemas de sobredosis, pudiéndose aplicar varias veces al día.