Un Portal hacia la realización del Ser y la Paz Mundial

60 - La Graviola, potente anticancerígeno

Generalidades
La Graviola, también conocida en los países latinoamericanos como guanábana (Annona muricata) es un árbol de hoja perenne originario de las zonas de influencia del Caribe, como México, y otros países centro y sudamericanos.
Se trata de un fruto de aspecto duro, verdoso, rugoso con pequeños pinchos que contiene una pulpa blanquecina de sabor muy dulce y que es habitual en los mercados de los países latinoamericanos. Con ella se elaboran sabrosos zumos y sorbetes e incluso se come directamente, a pesar de que en ocasiones tiene un sabor algo agrio.

Es una planta de la cual puede aprovecharse no sólo el fruto que contiene abundantes nutrientes y vitaminas, sino también las propiedades medicinales de sus diferentes partes, sobre todo las hojas, principalmente por sus propiedades anticancerigenas.

Propiedades terapéuticas
Eficaz en el tratamiento del cáncer, especialmente en mamas, páncreas, colon, próstata, pulmón e hígado. Evita el crecimiento de tumores malignos.
También nos ofrece otras prestaciones a nivel de salud: fortalece el sistema inmunológico, es antiespasmódica, sedante, alivia en casos de asma, hipertensión, diabetes, como protector hepático, e un poderoso antioxidante, por ello evita el envejecimiento prematuro, antiviral y antiparasitario. También es utilizada tradicionalmente para combatir los estados de ansiedad, depresión y nerviosismo.

Su acción anticancerígena
Una de las consideraciones descubiertas en este tipo de enfermedad es la relación de la misma con los parásitos. Todos los enfermos de cáncer tienen parásitos, que crean toxicidad en el cuerpo que debilitan las defensas y acaban matando las células de los órganos afectados. Este descubrimiento se debe a la Doctora Hulda Clark que lo describe en su libro "The Cure for All Cancers" (La Cura para Todos los Cánceres) del que se han vendido millones de copias. Cientos de personas dan testimonio de la efectividad de este tratamiento fito terapéutico, deteniendo totalmente el progreso de un cáncer en sus cuerpos. La Graviola basa en su efecto desparasitante su éxito en el tratamiento de procesos cancerígenos.

Tiene un alto contenido de acetogeninas (muy presentes en las hojas) y para ello, debemos explicar qué son y cuáles son sus propiedades. Estudios realizados en la Universidad de Pardue en California, demostraron que las acetogeninas pueden neutralizar de forma selectiva la producción de células cancerígenas, lo cual quiere decir que inhiben las células contagiadas y respetan las sanas, con resultados tan evidentes como evitar la caída del cabello. Lo mismo hacen con la reproducción de las células del tumor que se muestran resistentes a la droga de quimioterapia llamada adriamycin. Las investigaciones siguen su curso, pero por el momento hay indicios de que su actuación detiene hasta dos días el crecimiento del tumor cancerígeno. El mismo estudio demostró que la acetogeninas de graviola se muestran altamente efectivas al estar dotadas de un contenido de ED50 de hasta 10 %96 9 microgramos por mililitro, lo que significa una efectividad 10.000 mayor que el fármaco adriamycin.

La veracidad y efectividad de estos estudios ha hecho que actualmente nueve compañías internacionales del sector farmacéutico han patentado sus propiedades.
Existen cientos de trabajos de investigación en más de 20 laboratorios del más alto nivel científico realizados por el instituto Nacional del Cáncer, National Health Center y la Purdue University de Estados Unidos y la Facultad de Ciencias Medicas de la Universidad Católica de Corea del Sur, acompañados de infinidad de casos de distintos tipos de cáncer, colon, gástrico, páncreas, próstata, mamas, riñones y pulmones.

Las hojas y el tallo de la Graviola son las que demostraron activa acción contra las células cancerígenas sin afectar el organismo.
Aunque las investigaciónes confirman que estas acetogeninas antitumorales también aparecen en altas cantidades en las semillas de la fruta (no en la pulpa) y en las raíces de la graviola, diferentes químicos alcaloides en las semillas y raíces han demostrado algunos efectos preliminares neurotóxicos. Por lo tanto, utilizar las semillas y la raíz de la graviola no es recomendable.

Conclusión
El uso de la Graviola es la mejor alternativa cuando la cirugía no es posible o cuando la Cobalto Terapia o Radium Terapia no puede aplicarse o cuando se tiene que suspender la quimioterapia por los efectos secundarios sobre el hígado y los riñones.

Algo muy importante es que no presenta incompatibilidad, al contrario se complementa muy bien, con cualquier tratamiento que se está siguiendo, incluso colabora con él potencializando los resultados. No presenta en absoluto ningún efecto secundario ni se le conoce reacciones alérgicas o intolerancias.

Hay que tener en cuenta que la Graviola es un producto de origen vegetal cuya acción es la de limpiar, entre otras cosas, el estómago, por lo que su ingesta debe ser progresiva, de menos a más para crear un efecto acomodador. Una dosis excesiva puede provocar náuseas y vómitos. Puede tener efectos vasodilatadores e hipotensores (baja la presión arterial).

Autores consultados: Jaume Queral Marco y Andreas Moritz

Ofrecemos las hojas de Graviola, de excelente calidad (sin ramitas, raices, tierra, etc.). Por cualquier consulta, comuníquese con nostros.